Desenmascarando Mitos Geográficos

Exploraremos las falsas atribuciones de descubrimientos geográficos. Acompáñanos a cuestionar la historia y a descubrir las narrativas ocultas tras los mapas. Desentrañaremos mitos y celebraremos a los verdaderos pioneros de la exploración. Aquí comienza un viaje de reflexión sobre quién escribe la historia y cómo lo hace.

Este es uno de los casos más fascinantes de usurpación de la autoría geográfica y un ejemplo perfecto de cómo el prestigio y la nacionalidad pueden borrar a una figura de los libros de texto durante siglos.
​El jesuita al que te refieres es el español Pedro Páez Jaramillo (1564-1622), quien llegó a las fuentes del Nilo Azul en Etiopía el 21 de abril de 1618, más de 150 años antes de que el "descubridor oficial" británico reclamara el mérito. 
​1. El verdadero descubridor: Pedro Páez
​Pedro Páez no era un explorador al uso, sino un misionero con una vida de película: fue capturado por piratas, vendido como esclavo en Yemen (siendo uno de los primeros europeos en probar el café y cruzar el desierto de Rub al-Jali) y finalmente llegó a la corte del emperador de Etiopía, a quien convirtió al catolicismo. 
​El hallazgo: En 1618, acompañando al emperador Susinios, Páez llegó al manantial de Gish Abay. En su obra Historia de Etiopía, describió con precisión científica dos ojos de agua (manantiales) que daban origen al río. 
​Su modestia: A diferencia de otros, Páez no buscaba fama. Escribió sobre el hallazgo con humildad:
​"Confieso que me alegré de ver lo que antiguamente desearon tanto ver el rey Ciro, el gran Alejandro y el famoso Julio César". 
​2. El "usurpador": James Bruce
​En 1770, el explorador escocés James Bruce llegó al mismo lugar. Al regresar a Gran Bretaña, se proclamó el primer europeo en descubrir las fuentes del Nilo. 
​El ataque a Páez: Bruce conocía la existencia de los escritos de Páez (y de otro jesuita posterior, Jerónimo Lobo), pero en sus libros se dedicó a desacreditarlos, llamándolos "mentirosos" y "farsantes". Sostenía que las descripciones de los jesuitas eran demasiado precisas para ser reales o que simplemente se las habían inventado. 
​El motivo: En el siglo XVIII, el prestigio de la exploración era una cuestión de orgullo nacional para el Imperio Británico. Admitir que un jesuita español se les había adelantado por siglo y medio era inaceptable. 
​3. ¿Por qué se olvidó a Páez?
​La usurpación tuvo éxito durante casi tres siglos por varias razones:
​El idioma y la edición: La monumental Historia de Etiopía de Páez no se publicó en su momento por conflictos internos de la orden y la censura de la época. Permaneció manuscrita y olvidada en archivos hasta el siglo XX. 
​Anti-catolicismo y Leyenda Negra: En el mundo anglosajón, se tendía a desconfiar de las crónicas de misioneros católicos, tachándolas de exageraciones religiosas.
​La Royal Geographical Society: Las instituciones británicas dieron un sello de oficialidad a Bruce (y más tarde a Speke por el Nilo Blanco) que Páez nunca tuvo.
​4. Diferencia entre los dos "Nilos"
​Es importante recordar que el río Nilo tiene dos brazos principales, y ambos sufrieron disputas de autoría:   

 

Hoy en día, la historiografía moderna ha rehabilitado la figura de Pedro Páez, reconociéndolo no solo como el primer europeo en ver las fuentes del Nilo Azul, sino como uno de los mejores cronistas de la historia y cultura etíope.