María de Zayas

María de Zayas y Sotomayor lo hacía con la pluma. Fue la gran novelista del Siglo de Oro, a menudo llamada la "Sibila de Madrid", y su obra fue tan exitosa como valiente.
​Siguiendo tus pautas sobre el uso de información disponible y sensible, aquí tienes los detalles clave sobre ella:
​1. La "Best Seller" del Siglo XVII
​María de Zayas (1590 – después de 1647) fue una de las escritoras más populares de su tiempo. En una época dominada por hombres como Lope de Vega o Quevedo, sus colecciones de novelas cortas fueron auténticos éxitos de ventas:
​Sus obras principales: Novelas amorosas y ejemplares (1637) y Desengaños amorosos (1647).
​Influencia internacional: Su éxito fue tal que sus historias fueron adaptadas en Francia por autores de la talla de Molière o Scarron.
​2. Reivindicación de la mujer
​Es considerada una de las precursoras del feminismo literario en lengua castellana. En sus textos, no se limitaba a contar historias de amor, sino que denunciaba abiertamente la situación de la mujer:
​Acceso a la educación: Defendía que la supuesta "falta de inteligencia" de las mujeres no era natural, sino fruto de que los hombres les prohibían estudiar.
​Crítica social: Denunciaba la violencia contra las mujeres y la doble moral del honor, que siempre castigaba a la mujer mientras perdonaba al hombre.
​3. Un estilo rompedor
​A diferencia de otros autores de la época que buscaban finales felices, Zayas a menudo terminaba sus historias de forma cruda.
​El convento como refugio: En muchas de sus obras, las protagonistas deciden retirarse a un convento no por vocación religiosa, sino como el único espacio donde pueden vivir libres de la tiranía y los engaños de los hombres.
​Realismo y deseo: Fue muy atrevida al tratar el deseo femenino y las pasiones, lo que hizo que en el siglo XVIII sus obras fueran prohibidas por la Inquisición.
​Lo que se sabe (y lo que no)
​De acuerdo con los registros históricos disponibles, su vida personal es un gran misterio:
​Origen noble: Era hija de un capitán de infantería, lo que le permitió viajar (vivió en Nápoles y Zaragoza) y acceder a una formación en gran medida autodidacta.
​Reconocimiento: Fue muy admirada por sus contemporáneos. Lope de Vega le dedicó elogios en sus poemas, reconociendo su inmenso talento.
​Vida privada: No se sabe con certeza si estuvo casada, si tuvo hijos o la fecha exacta de su muerte. Este vacío documental ha hecho que su obra sea la que hable por ella.
​"Las almas no son hombres ni mujeres", escribió en una de sus frases más célebres, defendiendo que el intelecto no tiene género.
​Es una figura esencial para entender que el Siglo de Oro no fue solo cosa de hombres, aunque durante siglos se intentara ocultar su importancia.